Frase de Robert Browning

Aquel que aprende debe sufrir. Y aún en nuestro sueño el dolor que no puede olvidar, cae gota a gota sobre el corazón y en nuestra propia desesperación, en contra nuestra voluntad, la sabiduría nos llega por la terrible gracia de Dios.

Sé de qué manera se alimentan de sueños los exiliados.

Los buenos hábitos formados en la juventud hacen la diferencia.

Nada es más triste que la muerte de una ilusión.

A veces los sueños son más sabios que el despertar.

Estamos aquí para reírnos de las probabilidades y vivir nuestras vidas tan bien que la muerte temblará para llevarnos.

La juventud es el mejor momento para ser rico y el mejor momento para ser pobre.

Mantente fiel a los sueños de tu juventud.

Sin saltos de la imaginación, o de sueños, perdemos la emoción de las posibilidades. Soñar, después de todo, es una forma de planificación.

Como los sueños, las estadísticas son una forma de cumplimiento de deseos.