Frase de Jiddu Krishnamurti

Tan pronto como toda la tierra de cualquier país se haya convertido en propiedad privada, a los propietarios, como a todos los hombres, les encanta cosechar donde nunca sembraron y exigen una renta incluso por sus productos naturales.

Aquel que aprende debe sufrir. Y aún en nuestro sueño el dolor que no puede olvidar, cae gota a gota sobre el corazón y en nuestra propia desesperación, en contra nuestra voluntad, la sabiduría nos llega por la terrible gracia de Dios.

Si el público supiera lo que quiere, entonces no sería el público, sería el artista.

El día en el que el niño se da cuenta que todos los adultos son imperfectos, se convierte en un adolescente; el día en el que él los perdona, él se convierte en un adulto; el día en el que se perdona a sí mismo, se convierte en sabio.

El amor por la belleza en sus múltiples formas es el más noble don del cerebro humano.

El humor no disminuye el dolor - hace que el espacio alrededor de él crezca.

Debemos a la edad media los dos peores inventos de la humanidad - el amor romántico y la pólvora.

Nada es más triste que la muerte de una ilusión.

El conocimiento de cualquier cosa, ya que todas las cosas tienen causas, no es adquirido o completo a menos que se lo conozca por sus causas.

Los libros son los portadores de la civilización. Sin los libros, la historia es silenciosa, la literatura es muda, la ciencia está mutilada, y el pensamiento y la especulación están detenidos.