La mañana después de mi graduación de bachillerato me encontró en una temprana cacería de empleo. El sueño de ir a la universidad lo puse en un segundo plano.
El valor y el coraje de nuestras mujeres y hombres jóvenes en las fuerzas armadas son un ejemplo brillante para todo el mundo, y debemos a ellos y sus familias nuestro más profundo respeto.