En este mundo, con tu vida terrenal, estás debajo del cielo, de las estrellas y de los elementos, también debajo del infierno y de los demonios; todos reinan en ti y por encima de ti.
Cuando la virtud y la modestia iluminan sus encantos, el brillo de una bella mujer es más brillante que las estrellas del cielo y es en vano resistir la influencia de su poder.