Frase de Marcus Mumford

Las oportunidades generalmente se disfrazan de trabajo duro, por lo que la mayoría de las personas no las reconoce.

El gran regalo de la Pascua es la esperanza, la esperanza cristiana que nos hace tener esa confianza en Dios, en su máximo triunfo y en su bondad y amor, al cual nada puede sacudir.

Si acepto a la muerte en mi vida, la reconozco y la enfrento directamente, me liberaré de la ansiedad de la muerte y la mezquindad de la vida, y solo entonces seré libre de convertirme en mí mismo.

No soy perfecto. Nunca voy a serlo. Y eso es lo bueno de vivir la vida cristiana y tratar de vivir por la fe, es que intentas ser mejor cada día. Estás tratando de mejorar.

América debería funcionar como una nación cristiana.

El evangelismo no es una opción para la vida cristiana.

Mi familia es una familia que ora, una familia cristiana.

La muerte ciertamente no es una separación de nuestras almas de nuestros cuerpos de la vida cristiana, es una separación de nuestras almas mundanas, de las indulgencias vanas y de la preocupaciones innecesarias.

Prometo lealtad a la bandera cristiana y al Salvador, cuyo Reino representa, un Salvador, crucificado, resucitado y que vuelve, con vida y libertad para todos los que crean.

La libertad religiosa es la primera libertad en nuestra Constitución. Si la causa es justicia para los perseguidos, compasión por los necesitados y los enfermos, o misericordia para el niño esperando nacer, no hay ninguna fuerza mayor para el bien de la nación que la conciencia cristiana en acción.